Calero, el directivo que acompañó a Caszely a Chile en su casamiento

Luis Calero, consejero del Levante UD en diversas etapas y figura relevante en la historia del club, falleció en la jornada de ayer en Valencia.

El Consejo de Administración del Levante y la Fundación Cent Anys lamenta la pérdida de Luis Calero. La capilla ardiente quedará instalada este miércoles 12 de marzo en en tanatorio municipal, y el funeral se oficiará en el mismo lugar el jueves las 11:15 horas.

Refractario a los focos siempre defendió y entendió su relación con el Levante desde la discreción. Desde esa perspectiva, su cometido fue ofrecer su experiencia y trabajar por el Levante alejado de los entornos más mediáticos. Su relación como gestor de la sociedad levantinista nació en la década de los setenta, pero su amor por el Levante germinó mucho antes cuando de la mano de su padre, también directivo granota, cruzaba el viejo Portal de Vallejo para adentrarse por los contornos del coliseo granota de la calle de Alboraya.

Lideró el nacimiento de la Fundación Cent Anys

El compromiso de Calero con el Levante se hizo más extensible en momentos de gran complejidad. Quizás por esa razón sea posible seguir su rastro como integrante de las Juntas Gestoras formadas tras las salidas de la presidencia del Levante de Federico Cortés y Antonio Aragonés a finales de los años ochenta. Durante esa década, el Levante sobrevivió desde la desolación gracias al amparo de levantinistas del calado Luis Calero. En el tercer milenio, con la entidad en concurso de acreedores, regresó desde las trincheras para liderar el nacimiento de la Fundación Cent Anys. Fue el autor intelectual de ese proceso.

Compromiso en tiempos de crisis

Como en ocasiones recordaba, fue de los escasos directivos que aceptó nutrir la nómina de consejeros de un Levante que zozobraba entre la incertidumbre del concurso de acreedores. En ocasiones, también recordaba que había tenido el privilegio de disfrutar de todos los ascensos a Primera División del Levante desde junio del 63. Sin embargo, como consejero vivió en primera persona la proyección de un Levante que en la segunda década del siglo XIX desafío a su propia historia para inclusive afrontar el reto de la Liga Europa tras asentarse en a elite. Representó al fútbol valenciano desde la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana.

Testigo de la boda de Caszely en Chile

Hay una anécdota que acentúa la ligazón entre Calero y el Levante. Acaeció en la década de los setenta con Caszely como compañero de viaje. Calero se convirtió en la sombra de Caszely durante las jornadas en las que el jugador chileno abandonó España para marchar a Chile para contraer matrimonio. Calero hizo la valija para desplazarse hasta el país sudamericano siguiendo a la estela del internacional chileno. Aquel cometido no fue menor. Caszely era la estrella del Levante del curso 1973-1974. Debutó con la casaca azulgrana con la Liga en marcha y con el colectivo sumergido en la zona más tenebrosa de la tabla. Había que agilizar aquel proceso para que el atacante chileno regresara con la mayor celeridad posible para integrarse de nuevo en la disciplina azulgrana. Su concurso era superlativo en la batalla por la permanencia.