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Primer equipo

Orriols se lo pasa en grande con otra memorable actuación del Levante

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El fútbol es una disciplina para intrépidos con capacidad para desafiar las leyes de la física. Quizás fue el pensamiento que embargó a Chema cuando el cronómetro anunciaba el ocaso del primer capítulo del choque entre el Levante y la Real Sociedad. El zaguero cruzó la inmensidad de la geografía del Ciutat de València para situarse en la corona de área realista en busca de aventuras antagónicas al espacio que habitualmente detenta sobre el campo. La decisión marcó cada uno de sus movimientos. Quizás nadie esperaba una resolución de tales características cuando el balón emergió desde las botas punzantes de Morales. El atacante madrileño, escorado sobre el perfil derecho del ataque local, impulsó el cuero con vehemencia. La mente de Chema entró en ebullición con la finalidad de procesar la situación. En su cabeza se dibujaron las coordenadas. El espacio y el tiempo conjugaron en una acción de finalización brillante. El esférico volaba sobre el cielo de Orriols mientras Chema fijaba la atención en la escuadra de Rulli. El central adquirió la condición de galán de la noche con una volea acrobática que fundió al arquero argentino. No hubo posibilidad de respuesta ante la virulencia de la detonación. Y los guantes de Rulli se habían caracterizado hasta entonces por su extremada fortaleza. Chema siempre ha tenido espíritu de atacante. Lo demostró con un ataque sorpresa fascinante. Quizás nadie pensó que podía expresarse con semejante claridad desde un punto que se distancia notablemente del territorio del verde que resguarda.

La diana cambió el signo de la confrontación y confirmó el proceso de aclimatación del Levante a su nuevo entorno. El grupo azulgrana no extraña el universo en el que compite, pese a su naturaleza de equipo recién ascendido. No hay desconfianza. Ni tampoco sospechas en sus actuaciones. Este Levante no rinde vasallaje a sus adversarios. No capitula antes de presentar batalla. Y nada mejor que dar síntomas de esa rebeldía frente a uno de los equipos cabeceros de la Liga. Y por detrás queda la estela del Valencia, Real Madrid o Villarreal y el currículum del Levante engorda con la suma de nueve puntos. El hecho subraya la calidad y la complicidad que destila un grupo con un acentuado carácter gremial. El colectivo sobre cualquier individualidad. Es una constante en el desarrollo del campeonato. Morales y Bardhi se sumaron a los fastos ya en la segunda mitad para cercenar cualquier aspiración de remontada por parte de la Real Sociedad.

Pedro López escogió una buena noche para conmemorar sus cien partidos con la elástica granota. Sus compañeros le tributaron un merecido homenaje con una actuación coral que desnortó a un bloque que aterrizó en tierras valencianas con un distintivo que le acreditaba como un oponente incómodo y difícil de desenmascarar, principalmente en condición de foráneo. Los triunfos ante el Deportivo y Celta de Vigo parecían confirmar ese extremo. Sin embargo, las huestes azulgranas fueron capaces de reducir su ánimo para afligir su espíritu. Morales retó a Rulli cuando todavía no se había cumplido el primer minuto del partido. El Comandante regresó estimulado después de cumplir una condena que le inhabilitó para los choques ante el Real Madrid y Valencia. Morales mostró su versión más combativa después de salir de las mazmorras. El atacante tenía ganas de ordenar su expediente después de 180 minutos de ostracismo. Sus apariciones por el costado izquierdo del ataque y más tarde por el margen derecho del ataque eran el exponente del sentido que adquiría el partido para el Levante.

El preparador asturiano tenía claro el plan ideado. El bloque que conduce Muñiz proponía partir desde el vértigo para dominar a la Real Sociedad. La velocidad se convertía en un arma que el Levante trataba de explotar con las llegadas desde atrás de Toño y Pedro López. El objetivo era ensanchar la faz del campo con el fin de acelerar el pulso granota. Ese planteamiento propició una variación con respecto a la imagen vertida en los duelos ante el Villarreal y el Deportivo. Ese Levante de fisonomía más avasalladora y dominadora de jornadas anteriores mutó por un Levante que se replegó sobre sí para conceder el balón a la Real Sociedad. La entidad realista cayó en la trampa. Manejaba el cuero con relativa solvencia en las zonas menos comprometidas del campo. Por el contrario, el Levante emergía desde el arrebato para poner contra las cuerdas a Rulli. El arquero abortó una ocasión dual a los pies de Toño y Jason. Y repitió ante el atacante gallego con un despeje providencial.

Fue la última aportación de Jason antes de abandonar el campo con molestias musculares. La Real encontró en el balón parado una válvula de escape para presentarse ante Raúl. Xavi Prieto sigue manteniendo tersas sus botas. El peligro vasco llegó en ese tipo de acciones. Hasta que apareció Chema para emular a los grandes killers del área con un proyectil seco y violento que impactócontra la red. Juanmi encogió ante la figura gigante de Raúl. Nadie se interponía entre el jugador visitante y el guardameta. El enfrentamiento estaba en el punto de excitación que demandaba el equipo local. Tocaba la Real, se manifestaba como un cohete el Levante con metros por delante. Morales ajustició a la escuadra de Eusebio desde los once metros después atravesar el verde. Bardhi ofreció más argumentos desde la estrategia con una nueva explosión que levantó a la grada de Orriols.


Levante UD: Raúl, Toño, Rober Pier, Chema, Bardhi, Morales (Samuel, min. 80), Postigo, Alegría, Pedro López, Jason (Ivi, min 35). y Campaña (Doukouré, min. 66)

Real Sociedad: Rulli, Llorente, Illarra, Zulbeldia, Juanmi, Xabi Prieto, Carlos Vela, Willian José (Bautista, min. 57), Aritz (Canales, min. 72), De la Bella y Gorosabel (Odriozola, min. 66)

Árbitro: Gil Manzano. Comité Extremeño. Amonestó a los locales Chema y Bardhi y expulsó al visitante Llorente por doble cartulina amarilla (min. 88)

Goles: 1-0. M. 44 Chema. 2-0. M. 75. Morales. 3-0. M. 89 Bardhi.