Orgullo e indignación en Butarque
El Levante UD finalizó el encuentro disputado en el Estadio Municipal Butarque con un sabor agridulce. Por una parte, el equipo se sintió orgulloso por el esfuerzo y trabajo realizado ante el líder de la categoría, y con la sensación de haberse podido llevar los tres puntos, pero, por otro lado, mostró su incredulidad e impotencia ante decisiones del colegiado en acciones importantes del partido que los levantinistas no terminaron de entender.
El conjunto granota saltó al terreno de juego muy metido y con la clara intención de hacer daño a su rival demostrando que no se asustaba en la visita al líder. Los de Javi Calleja se hicieron de inmediato con la posesión del esférico y, como consecuencia, con el control del partido. Desde la tranquilidad que aporta la sensación de que las cosas salen bien, avanzaban metros y merodeaban el área contraria. A los pocos minutos, Capa puso el balón en el área buscando el remate de Carlos Álvarez pero apareció la defensa local para enviar el esférico a córner. Poco después, Pablo Martínez lo intentó con un potente lanzamiento desde fuera del área que se marchó cerca del poste derecho. Tan solo cinco minutos más tarde, el ‘10’ granota envió el balón al fondo de la red anotando un auténtico golazo de falta y rompiendo la imbatibilidad de Diego Conde que había logrado el récord de minutos sin encajar un gol por parte de un portero del CD Leganés.
El tanto consolidó la confianza del equipo y, a pocos minutos de finalizar el primer tiempo, el Levante UD anotó el 0-2 tras el remate de Dani Gómez después de aprovechar un rechace tras el primer intento de Vezo. El colegiado anuló el gol. Una decisión muy protestada ante la incredulidad de todos los presentes que no encontraban explicación a lo sucedido.
Tras el paso por vestuarios, los levantinistas volvieron a buscar la portería local y lo intentaron con un saque de esquina que Giorgi recibió en el interior del área. El centrocampista se la dejó a Oriol y apareció el guardameta para despejar su disparo. Poco después, el colegiado señaló la pena máxima a favor de los locales y Miguel no desperdició la ocasión para establecer el empate. Más tarde, el CD Leganés subió al marcador el segundo tanto por mediación de Raba en una acción en la que se cometió una falta muy clara sobre Capa que no fue señalada. La indignación del conjunto granota fue a más y finalmente regresó de vacío del campo del líder en un encuentro en el que se puso todo de cara pero fue cambiando el rumbo conforme fue avanzando el cronómetro.


