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Primer equipo

15 minutos letales en Vallecas (4-2)

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Fueron catorce minutos en los que el cielo de Vallecas pareció desplomarse sobre la cabeza de las huestes levantinistas. Bueno emergió por el césped del coliseo vallecano para precintar una confrontación que había nacido con una sonrisa, en clave azulgrana, tras el centro cazado por Casadesús tras una colada por la banda derecha de Xumetra. Sin embargo, el paisaje que se estaba desarrollando sobre el verde mutó con celeridad. Bueno se encargó de mudar el diseño del partido con una actuación poliédrica. El atacante formado en las filas del Real Madrid marcó de todas las formas posibles para certificar un encuentro que el Levante trató de enderezar en la reanudación cuando todo parecía ya perdido sobre el tapete de la instalación rayista. Los minutos comprendidos entre el veinticuatro y el treinta y ocho fueron letales para los intereses granotas marcando la evolución definitiva del enfrentamiento.

Desde ese sentido, habría que focalizar la atención del encuentro en los sucesos desarrollados en el capítulo inicial del duelo que reunió a la representación azulgrana y a la escuadra del barrio de Vallecas en tierras madrileñas. Por paradójico que puede parecer el gol, que llegó con la rúbrica de Víctor Casadesús, no sirvió para acorazar el juego del combinado levantino. Y no es un contra sentido. En cierto modo el bloque que conduce Alcaraz hizo lo más complicado; poner en franquicia el marcador. Xumetra se escapó por el perfil derecho del ataque visitante y Casadesús interpretó la ejecución final de la jugada. El atacante apareció por el segundo palo para acompañar el balón a la red. Sin embargo, los réditos de esta acción no fueron los esperados. La jugada no fue capital, pese a su contenido y significado. El Rayo no se amilanó. No es un conjunto que se impresione con facilidad. Y mucho menos en su campo.

El Rayo sabe a lo que quiere jugar en Vallecas. Y domina los espacios y los tiempos de medio campo hacia adelante. Las huestes de Paco Jemez cuentan con dinámica en los metros finales del rectángulo de juego. Bueno se encargó de refrendar esta tendencia. Fue inapelable para fustigar el corazón granota. Bueno aprovechó un servicio de Nacho para iniciar la remontada con un perfecto cabezazo. Sin embargo, antes de ajusticiar a Mariño, y nublar el pensamiento azulgrana, Casadesús se encontró cpn un balón muerto en el interior del área tras un rechace de Cristian Álvarez. Su disparo ajustado al palo largo se marcho fuera. El fútbol es impredecible. Un suspiro más tarde sucedió una fotocopia de la misma acción en el área de Mariño. Bueno rompió el duelo tras superar al arquero gallego. Fue el principio del final, si bien Uche recortó distancias y Rubén en los minutos definitivos tuvo la opción de poner algo más de picante al ocaso de la confrontación.