Fallece Evaristo Carrió, técnico del Levante del curso 1984-1985 y visionario de Claudio Barragán
Evaristo Carrió también fue jugador del Levante UD en 1957
Ha fallecido Evaristo Carrió Caballero, entrenador del Levante en la temporada 1984-1985. Carrió fue escogido por la gerencia granota para ejercitar a la primera plantilla en la campaña del retorno a la Segunda División B tras el ascenso del 75 aniversario (1984-1985). Tatay no disponía de la titulación nacional que le capacitaba para entrenar en la categoría de Bronce y la junta directiva que presidía Antonio Aragonés se decantó por la figura de Evaristo Carrió.
Un currículum extenso en la categoría de Bronce y el partido soñado en Elche
Por aquellos tiempos el técnico nacido en Sagunto contaba con un extenso currículum en clubes vinculados a la categoría de Bronce y a la Tercera División, aunque había dirigido a un Elche que soñó con el retorno a la Primera División en los albores de los ochenta. Carrió dirigió el mítico enfrentamiento entre el Elche y el Cádiz en un abarrotado estadio Martínez Valero con el ascenso a Primera contextualizando la acción. Posiblemente fue el punto más ascendente de su carrera como preparador. El empate y la victoria propulsaban al Elche. De aquel duelo salió vencedor un Cádiz que emergió proyectado hacia la máxima categoría.
Carrió no concluye el curso 1984-1985 como entrenador
Quizás la relación entre el Levante y Evaristo Carrió acentúe su condición de entrenador granota en el ejercicio 1984-1985 en el marco de la Segunda División B. La patina de oscuridad que ennegrecía a aquel Levante que había encadenado dos descensos consecutivos desde Segunda A a Tercera en el curso 1981-1982 parecía aclararse tras el ascenso conquistado en la eliminatoria definitiva ante el Orense en junio de 1984, si bien Carrió no concluyó el relato liguero tras ser relevado de sus funciones por Pachín al filo del final de la primera vuelta de la competición. Los resultados y la controvertida relación entre Carrió y la directiva granota propiciaron su cese.
Carrió jugador del Levante en los cincuenta
No obstante, con ser cierta esa alianza con el club de Orriols en calidad de técnico, la entente establecida estaría incompleta. Hay dos historias que complementan la estancia de Carrió en las filas de la sociedad azulgrana. Quizás sea más desconocido su pasó por la entidad por entonces de Vallejo en la franja intermedia de los años cincuenta. En aquellos tiempos se ajustaba las botas de tacos y se circunscribía a la medular del terreno ´de juego, si bien su presencia en el primer equipo fue testimonial. El 7 de noviembre de 1957 el Levante U.D. contactó con Evaristo Carrió para hacerle partícipe de complicada situación monetaria por la que atravesaba el club por mor de los efectos de la tumultuosa riada que asoló la ciudad en octubre de 1957.
La riada del 57 y los pagos a los jugadores
Carrió ya se había desvinculado del Levante, pero tenía pendientes diversos pagos. El siniestro alteró de raíz los planes marcados por el club azulgrana en las retribuciones pactadas con los integrantes de la plantilla. En el caso de Evaristo Carrió el club se vio en la imposibilidad de abonar las tres mil pesetas que había de entregarle con fecha de vencimiento del 20 de octubre de 1957. El escrito le advertía de la incapacidad de la entidad para afrontar la siguiente de letra de tres mil pesetas a fecha de vencimiento del 20 de noviembre de 1957. Las causas eran claras. El feudo de Vallejo estuvo fuera de circulación durante algo más de un mes y medio.
Una visión profética sobre Claudio Barragán
La postrera historia vincula a Carrió con el fichaje de Claudio Barragán por el Elche desde las filas del Levante con el ejercicio 1984-1985 recién iniciado. Carrió conocía las singularidades de un futbolista al que adiestraba como preparador del Levante. Cuentas las meigas que el ascendente del preparador en la marcha del joven futbolista de Manises al club de la ciudad de las Palmeras no fue anecdótico. Y no parece una simple leyenda urbana esta especie de apadrinamiento. Una muestra de su carácter impulsivo que siempre le caracterizó fue la sentencia que soltó tras el fichaje de Claudio por el Elche. “Me corto una mano si este jugador no llega a ser internacional”. ¿Arrebatado en sus manifestaciones? Puede ser. Lo cierto es que fue profético en ese veredicto.